Identificado el TCA, lo más importante es confiar en los profesionales y llevar el tratamiento de una manera asíncrona, de modo que se deberán tomar decisiones conjuntas por el bien del paciente, que en ocasiones pueden ser complicadas, ya que lo primordial en este caso es la salud.
Una vez que haya comenzado el tratamiento, se deberán trabajar aspectos tanto la consulta como en casa. Las familias desempeñan un papel importante durante la recuperación, en terapia se establecerán unos límites que deberán establecerse también en casa. Límites referidos fundamentalmente a la alimentación, pautados por el nutricionista y por el resto de los profesionales. Además, se pautarán horarios, rutinas, responsabilidades (tareas domésticas, escolares, etc.). Si no se cumplen esos límites pactados, se deberá comunicar a los profesionales.
Debido a la inestabilidad emocional en el proceso de la enfermedad, es fundamental que las familias no invaliden las emociones del paciente, ya que es una parte a trabajar durante el tratamiento. Acompañar al paciente a descubrir nuevos objetivos o actividades positivas que le motiven a encontrar el estímulo necesario para avanzar.